miércoles, 30 de noviembre de 2011

LA JUVENTUD

¡Tranquilos! Esto va a mejor... espero
Es difícil definir “juventud” y encuadrar el término en un concepto. Se podría utilizar un criterio de edad (por ejemplo, de los 18 a los 30 años), experiencia (los que hayan vivido una cantidad de sucesos importantes) o responsabilidad (los que vivan con pocas). La RAE define “juventud” como una edad que se sitúa entre la la infancia y la edad adulta. Pero sigo sin aclararme: ¿Qué es la infancia?, ¿qué es edad adulta? Ciertamente es complicado, pero es comúnmente aceptado que una persona mantiene su juventud cuando es de corta edad, con poca experiencia en la vida y pocas responsabilidades. Pero en algo todos estamos de acuerdo, a los jóvenes nos gustan estar tres cosas: físicamente estamos en nuestros mejores años, somos guapos, no estamos arrugados y dormimos bien. Tampoco hemos vivido lo suficiente como para estar cansados y no hemos sufrido ni la mitad de lo que han sufrido nuestros padres. Por último no tenemos casi responsabilidades y hacemos lo que queremos sin mayores consecuencias. Lástima que esto no dura toda la vida, tarde o temprano se acaba y dejaremos de ser jóvenes.
Empieza lo difícil: ver el porvenir, ver más allá de la juventud. Pensar sobre el futuro es un tema pendiente entre nosotros los jóvenes; son pocos los que piensas en el devenir y se comprometen seriamente con él. Es difícil, lo sabemos, al menos a mí se me hace un nudo en el estómago, y es entonces cuando dejo de pensar y decido “no rayarme”. Pero sé que hago mal porque en realidad, cuando un joven deja de pensar, da paso al descontrol, pierde su personalidad y se pierde dentro del motón.
Saber estar entre un montón de gente es un cualidad de la gente joven (la gente mayor es escéptica de esto). Nos gusta estar siempre acompañados. Parecería que nos gusta sentirnos parte de algo -de un grupo-. Curioso que dentro de ese montón de gente, desaparece la personalidad individual y es en ese contexto cuando se cometen las mayores estupideces. Por ejemplo, un chico caminando solo en la calle, no realiza ningún acto de vandalismo; pero ese mismo chico, con su grupo de amigos pueden convertirse en personas totalmente distintas: una pandilla de vándalos. En general, la personalidad de los jóvenes se extingue cuando están dentro de grupos grandes y se ensalza en la intimidad del “uno contra uno”. Por esto, es más fructífero el intercambio de opiniones en conversaciones con poca gente.
Otra característica de la juventud es que nos gusta reuniirnos sin tener algo concreto planeado, simplemente nos encontramos en un sitio para preguntarnos ¿qué vmaos a hacer? Como dije antes, nos gusta hacer todo juntos: las mujeres van al baño juntas, los chicos nunca corremos solos y a ambos nos gusta quedar por el simple hecho de quedar. Esto dice mucho de los la juventud, disfrutamos de la compañía de otras personas y casi siempre evitamos estar solos. Creo que somos una generación bastante afectiva, cariñosa: al menos somos más afectivos de lo que fueron nuestros padres. Mostramos nuestros sentimientos con mucha facilidad y nos gusta ir con las emociones a flor de piel.
Modestia aparte, somos mejores que las antiguas generaciones. Como dije antes, tenemos la inteligencia emocional más desarrollada que otras generaciones. Pero no solo eso, sabemos más cosas, hemos viajado más, conocemos más gente y muchísimo más. Pero nos falta trabajar en algo muy concreto: el tono humano. Mi padre siempre me cuenta que antes un joven no vacilaba al ceder un puesto a un anciano en el autobús, en saludar a los vecinos, sonreír en la calle.. ahora hemos puesto esto en duda. Hemos adoptado una postura más “pasota” y decidimos dejar de lado los buenos modales para dar paso a la prepotencia.
Por último, pienso que los jóvenes somos conscientes de que el mundo que recibimos de manos de nuestros padres es realmente penoso comparado con el mundo que ellos recibieron de manos de los suyos, Lo sabemos, ahora el problemas es si vamos a ser igual a ellos o cambiaremos la absurda tradición de dejar el mundo en peores condiciones de las que nos lo encontramos. Lamentablemente, hay muchos jóvenes que no tienen conciencia sobre el entrono y no van a hacer nada para mejorarlo, es más, se empeñan en empeorarlo. Sin embargo, hay un núcleo de gente joven formándose en buenos colegios y universidades, en valores y cultura para hacer más agradable la estancia a las siguientes generaciones. Somos un grupo de gente joven que quiere entregar un mejor mundo del que recibimos. Si me preguntan, yo apostaría por la juventud.

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